Facebook Pixel Desliza, ríe, repite: Niños atrapados en la trampa de los videos cortos

REDES SOCIALES

Niños atrapados en la trampa de los videos cortos

Flujos interminables de desafíos virales y clips de tendencia: los videos cortos en TikTok, Instagram o YouTube están tomando el control de las pantallas de nuestros hijos. Pero, ¿cómo afecta este constante deslizar y tocar su desarrollo? Es hora de averiguarlo.

Stefanie Parth
5/10/2023 • 5 min
Multiracial group of teenagers using their cell phones while standing against the wall

El constante anhelo por algo nuevo

Nuestro comportamiento en el ámbito digital está influenciado en gran medida por una hormona: dopamina. A menudo etiquetada como la "hormona de recompensa", se libera cuando nuestro cerebro percibe situaciones como positivas o gratificantes. Cuando los niños (y también los adultos) descubren algo nuevo, intrigante o sorprendente en sus pantallas, desencadena una liberación de dopamina. Esto nos brinda una sensación satisfactoria, casi adictiva, que nos impulsa a repetir el comportamiento.

Sin embargo, aquí radica el dilema: Con videos cortos, estos ciclos de recompensa se desencadenan en rápida sucesión, lo que lleva a una búsqueda interminable del próximo "golpe". Nuestros cerebros aprenden rápidamente que, con solo deslizar, una nueva recompensa siempre está al alcance.

Las plataformas de redes sociales han reconocido y se han adaptado meticulosamente a este patrón de comportamiento. Utilizando algoritmos impulsados por inteligencia artificial, curan contenido adaptado a nuestros intereses, preferencias y acciones pasadas. Constantemente evalúan qué videos captan nuestra atención, qué nos gusta y con quién los compartimos.

¿El resultado? Un flujo incesante de estímulos inductores de dopamina. Especialmente con videos cortos, cada clip tiene el potencial de ser nuestro próximo "subidón de dopamina" - una sensación viral, una explosión de risas o la última tendencia. Los algoritmos de la plataforma están diseñados para priorizar dicho contenido gratificante, instándonos a seguir deslizando una y otra vez.

5 efectos de los videos cortos en los niños

1. Miedo a perderse algo

En la era de las redes sociales de hoy en día, el FOMO se ha vuelto omnipresente. Este miedo, amplificado por plataformas como Instagram, TikTok y YouTube que constantemente producen nuevo contenido, asegura que cada clip pueda estar mostrando algo nuevo y emocionante que uno no debería perderse. Para los niños que crecen en una época donde la validación social y la pertenencia son a menudo definidas por las redes sociales, el FOMO puede intensificarse. Quieren "encajar", y el miedo a no estar actualizados o perderse una tendencia puede impulsar un consumo de pantalla descontrolado.

¿El resultado? Un ciclo vicioso de querer estar en línea continuamente, lo que lleva a un aumento del tiempo frente a la pantalla y a las implicaciones para la salud asociadas.

2. Duración reducida de la atención

El mundo de los videos cortos ofrece recompensas instantáneas. Con solo deslizar el dedo se revela algo nuevo, emocionante o entretenido. Con el tiempo, este cambio continuo de una pieza de contenido a otra puede desafiar la capacidad de un niño para concentrarse en tareas más largas y menos gratificantes al instante, como la lectura o prestar atención en clase. Los videos cortos podrían reforzar las vías neuronales acostumbradas al procesamiento rápido de la información, dejando de lado los caminos necesarios para una absorción profunda y reflexiva de la información.

Grandmother read book to little granddaughter interest her in literature, distracted small girl addicted to smartphone play game or watch video on cell, not listening to granny.

Los videos cortos hacen que actividades menos gratificantes como la lectura sean menos interesantes para nuestro cerebro.

3. Aprendizaje superficial

Los videos cortos presentan rápidos fragmentos de información que los niños absorben fácilmente. Con el tiempo, esto podría entrenarlos para preferir resúmenes breves y superficiales en lugar de exploraciones profundas. Como resultado, los niños podrían encontrar más difícil seguir procesos de aprendizaje que requieran reflexión y una comprensión más profunda.

4. Falta de paciencia

En un mundo donde las recompensas están a solo un clic de distancia, conceptos como "esperar" o "trabajar hacia una recompensa" pueden parecer distantes. Esto podría resultar en que los niños sean menos pacientes, lo que lleva a una mayor frustración cuando sus deseos inmediatos no se cumplen y, en general, a una reducida perseverancia cuando se enfrentan a desafíos.

5. Problemas de sueño

Las pantallas, especialmente las de teléfonos inteligentes y tabletas, emiten luz azul, la cual puede interferir con la producción de melatonina. Ver videos cortos antes de dormir puede afectar el sueño debido tanto a la luz azul como a los niveles aumentados de dopamina. El sueño es vital para el desarrollo físico y mental de los niños, por lo que las alteraciones pueden tener implicaciones profundas.

Consejos para un uso consciente

1. Reflexiona sobre tu comportamiento:

Los niños a menudo imitan los comportamientos de los adultos que los rodean. Ver constantemente que estás en tu teléfono puede normalizar ese comportamiento. Reflexiona críticamente sobre tus hábitos en la pantalla:

  • ¿Con qué frecuencia y por qué alcanzo mi dispositivo?
  • ¿Estoy pasando demasiado tiempo en contenido fugaz?
  • ¿Priorizo el tiempo en pantalla sobre las interacciones familiares cara a cara?

Reconocer estos patrones te permite ajustar tu comportamiento digital, convirtiéndote en un modelo a seguir para tu hijo.

2. Establece límites de tiempo claros:

La estructura puede ayudar a tu hijo a gestionar mejor el tiempo en pantalla. Algunas ideas incluyen:

  • Usar Ohana para definir los tiempos de uso del dispositivo.
  • Designar zonas libres de pantalla en casa como el comedor o el dormitorio.
  • Iniciar tiempos de "Desintoxicación Digital", quizás un fin de semana sin pantalla al mes.

3. Selecciona contenido sabiamente:

Hay una abundancia de contenido digital de calidad que es educativo y entretenido. Puedes:

4. Participa en el tiempo en pantalla juntos:

El tiempo en pantalla no tiene por qué ser solitario. Hazlo tiempo de calidad con tu hijo:

  • Ver un video juntos y discutirlo después.
  • Comenzar un proyecto creativo digital.
  • Probar un nuevo juego o explorar una aplicación educativa juntos.

Esto te da supervisión sobre su consumo de medios y fomenta momentos de unión.

5. Apaga los dispositivos antes de acostarte:

La luz azul de las pantallas puede alterar la producción de melatonina, la hormona del sueño, afectando así el ciclo del sueño. Por lo tanto, es recomendable:

  • Usar Ohana para establecer un horario que bloquee automáticamente el dispositivo de tu hijo durante la noche, asegurando que no se use al menos una hora antes de acostarse. Esto establece una rutina y ayuda a minimizar las tentaciones.
  • Introducir un ritual relajante por la noche que no esté dominado por las pantallas, como leer un libro o escuchar música suave.
  • Hacer que la habitación de tu hijo sea una zona libre de pantalla, especialmente a la hora de acostarse.

Al hacerlo, no solo estás promoviendo un sueño saludable para tu hijo, sino que también estás fomentando una mejor higiene del sueño para toda la familia.

El mundo digital ofrece más que simples distracciones fugaces. Proporciona un espacio para la creatividad y el descubrimiento. Nuestros hijos no solo deberían estar familiarizados con estos aspectos, sino también involucrarse con ellos, para no ser solo consumidores sino también creadores.

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